¿Cómo saber si realmente estás perdiendo grasa?
Una creencia popular muy extendida es que el mejor medidor de progreso en un estilo de vida saludable es el número que marca la báscula; es decir, el peso. Sin embargo, este no es un medidor confiable que determine si estás cumpliendo o no con tus objetivos.
Puedes aumentar de peso simplemente porque estás reteniendo líquido, o bajar de peso porque perdiste una cantidad importante de agua o músculo, y esta no es una meta que nadie desee alcanzar, ni un verdadero progreso.
Que tu peso en la balanza sea menor no significa necesariamente que hayas perdido grasa (en algunos casos sí, pero no en todos).
Perder grasa es consecuencia de un estilo de vida y de un conjunto de hábitos que se practican a diario. Nada bien hecho sucede en tiempo récord.
Un cuerpo saludable no es el que menos peso tenga, sino el que tenga un buen porcentaje de masa muscular y poco/moderado de grasa, y eso no se logra de la noche a la mañana con jugos, pastillas o recetas mágicas, sino con ejercicio y alimentación consciente.
Por eso, no busques perder peso, sino grasa. ¿Cómo? Construye músculo al levantar peso, haz cardio (HIIT y LISS), come de manera estratégica, controla porciones, no tengas una dieta exageradamente restrictiva (estas dietas promueven la pérdida de masa muscular y al terminarlas sucede el efecto rebote) y no creas que un jugo o una pastilla te va a ayudar a oxidar grasa y conservar músculo, sin realizar ningún tipo de esfuerzo físico.
Entonces, ¿cómo medir tu progreso de manera efectiva?
Un medidor de progreso confiable es la medición antropométrica que realiza un nutricionista con números exactos.
Sin embargo, también puedes hacerlo a partir de mecanismos como: fotos en las que compares tu cuerpo antes y después.
O puedes tomar medidas de tu cintura, caderas y cuello y compararlo a medida que avanzas en tu proceso, para saber si realmente estás donde quieres estar (para mí este es uno de los métodos más confiables).
Pero, no te guíes SOLO por la báscula, puedes estarte engañando sin saberlo.
No existe un "peso ideal o deseado", sino un porcentaje de grasa y masa muscular ideal.